Jorge Rosano Gamboa

Jorge Rosano Gamboa

entrevista x mariana villa

Jorge Rosano Gamboa (1984) es un artista radicado en la Ciudad de México, cuya obra parte del pensamiento fotográfico y transita por la pintura, la escultura y la instalación, señalando la importancia de la relación entre el instante y su representación: el ritual de crear una imagen, su registro, sus métodos y, sobre todo, el propio instante atrapado en forma de imagen.

Egresado de La Esmeralda (2011) y con posgrado en SOMA (2017), ha expuesto de forma individual en México, Berlín y Londres, y colectivamente en diversos países. Ha participado en ferias de arte en México, Corea, España y Francia, y en la Bienal de Fotografía (2016 y 2018). Ha realizado residencias en EE.UU., México, Berlín y próximamente en Tokio. En 2025 presentará una exposición en el Instituto Cultural Mexicano de París y participó en Material Art Fair y Art Dubai. 

M: ¿Qué querías ser de niño?

J: ¡Uf! Creo que de niño como que siempre tenía la idea de ser artista porque mi papá era artista. Lo veía muy normal. Curiosamente mi papá era muy buen dibujante, dibujaba loco de bien. Y para mí era un poco frustrante porque yo veía cómo lo hacía él y los Gokus que yo dibujaba no me salían tan chidos. Entonces hubo un momento donde sí quería hacer eso pero me frustraba mucho. Luego en la escuela aprendí que más bien no tienes que saber dibujar como lo que piensas que es dibujar, y la fotografía para mí fue un gran principio porque ya estaba alejado de lo que hacía mi papá. Muchas veces cuando eres niño y quieres ser artista, piensas en cosas muy clásicas, pero ya en la escuela ves que el arte va hacia otros lugares. Pero sí, siempre quise ser artista.

M: ¿Cómo describirías tu trabajo? 

J: Soy un contador de cuentos. En la literatura, he sido muy fan de los cuentos cortos, como Borges, Cortázar, Juan Rulfo. Y me gusta mucho esta cosa del cuento pequeño, conciso, pero que es un universo, que luego se conecta con el universo de la persona que lo cuenta. Por eso me gusta trabajar mucho con gente, con los artesanos o con otras personas con saberes de diferentes lugares. Son como pequeños cuentos que conectan con varios lugares, cada pieza es un cuento.

Por ejemplo, la cabeza de este perro tiene que ver con esta idea del cadejo, que es este perro medio demonio que se aparece en ciertos pueblos, pero al mismo tiempo se conecta con el perro que se me apareció a mí cuando era niño y se me subió el muerto. Entonces, son estos cuentos que pasan un poquito dentro de lo particular, que son cosas que están influenciadas por lo que te pasa a ti como individuo, pero que permea el universo que te rodea. Y después me encanta que a veces se expanden muchísimo, se expanden a otras culturas y para mí eso es la magia, justamente estos pensamientos que se entrelazan.

M: ¿Qué significan las máscaras para ti? 

J: Justamente las máscaras se llaman cicuamecha, en purépecha. Es otra manera de llamarle al Nahual. Ya sabes, en cada lugar, desde el Amazonas, los Incas, los Mayas, todos tienen esta misma idea. Como lo entendemos aquí en esta parte de México es un ser que no tiene forma, que se puede transformar. Entonces, hay diferentes formas de verlo, dependiendo de la cultura y de los cuentos de cada lugar. Pero como yo lo entiendo, es que es un ser que no tiene forma, cuando tú lo ves, tú le tienes que poner la forma que has aprendido a ver o que aprendemos a ver. Digamos que si en tu comunidad todo mundo dice “que si el Chupacabras” entonces el Nahual tiene la forma del Chupacabras. Si en tu comunidad siempre dicen “no es que hay un ser que se aparece y se parece a tu papá y viene a engañarte pero tiene una pata chueca”; que muchas veces aquí pasa mucho que al Nahual según esto, lo puedes reconocer porque tiene una pata al revés como Tezcatlipoca y como otros seres. Pero en realidad tu lo ves como tu papá porque aprendiste que cuando ves uno de esos, es como tu papá el que se acerca, o tu enemigo, o la mujer que más te atrae. 

Entonces, es como un envase o una cosa que no tiene forma y cada vez que alguien lo ve, la forma aparece. Pero no aparece ahí, sino en tu cabeza. Aparece para quien lo ve, y eso es la brujería, eso es algo muy cabrón del viaje.

M: Considerando que en los cuentos está la magia y la síntesis de muchísimos lugares. ¿Cómo percibes, ahora que has estado viajando tanto, el arte mexicano y tu obra en otros lugares?

J: Yo creo que mi trabajo antes de viajar no remitía tanto a México. Y últimamente que viajo mucho, lo extraño más y estoy hablando más de él. Porque también esa distancia me ha dado una nostalgia y una visión acerca de las cosas que cuando era niño que vivía en Tepoz y yo vivía todas esas cosas a flor de piel.

O sea, yo vi Nahuales, brujas, bolas de fuego, ovnis y vi un chingo de cosas; era la realidad en la que vivía, vivía ahí y era lo que pasaba; te lo platicaba la señora de enfrente y tus cuates. Cuando me alejo, empiezo a decir “ay que raro que yo veía eso, que loco” Y que ahora que soy más grande ya no veo muchas cosas y empiezas a pensar el porque. Luego, cuando me aleje todavía más, de repente veo y empiezo a valorar eso otra vez.

M: ¿Crees que el mundo y el arte está en crisis?

J: Yo creo que el arte nunca está en crisis. Puede estar en crisis el mundo, puede ser la Segunda Guerra Mundial y aún así se están haciendo cosas cabronas. El arte nunca está en crisis, al contrario, las crisis hacen que el arte reviva.
Por ejemplo, no creo que la Inteligencia Artificial va a matar al arte, la gente que tiene miedo a eso, siento que tienen miedo porque a lo mejor no entienden bien de qué se trata el arte.  El arte hace su camino, es otra cosa. Como que está vivo siempre, en las crisis, en los momentos más tranquilos y en los momentos más locos. Entonces para mí y regresando un poco al viaje, me gusta mucho esta idea del viaje del héroe.

El viaje del héroe es el sol, como en síntesis, siempre es este ser, que en casi todas las culturas tiene que nacer cada día y cada día tiene que morir. Va al inframundo, pasa la oscuridad y al siguiente día regresa. Siempre muere, se renueva. Cada vez se muere y regresa otra vez.

Y el héroe siempre muere, siempre tiene que morir, siempre revive, siempre reencarna. Que es un poco lo que pasa con Cristo y con Hércules. Y creo que eso es muy bonito, como lo que dices, de ir a otro lugar, ver otras culturas y que de cierta manera como que te mueres un poquito. De que llegas y dices “Ay yo pensé que ese era mi mundo” y ahora veo más y como que te da esta cosa, se podrá decir como de humildad, de decir wey yo pensé que esto era todo y ahora veo que es parte de una cosa más grande y como que otra vez regresas. 

M: ¿De qué color dirías que es tu obra?

J: En mucho tiempo fue azul.N: Pero ya tiene un color nuevo favoritoJ: No se, ando muy verde.M: ¿Estamos en la era verde?J: Estoy mutando al verde, si, totalmente.N: Primero empieza con su ropa, cuerpo.J: Como que justamente en el último año, salí mucho de hacer lo de la cianotipia y otras cosas azules, y últimamente estoy como muy blanco y negro. Como muy…N: Monocromático..J: Ajá, como luz y sombra. Ahora en la expo que hice con Saenger, la de pinturas, es lo más colorido que he hecho en mi vida.M: Si, esa faceta figurativa no la vi venir.J: Mega figurativo y luego hice como una pieza que fue mi favorita y era amarilla y me di cuenta que nunca había usado amarillo. Fue rarísimo.

M: ¿Qué temas te están rondando? Porque tu obra realmente cambió muchísimo.

J:  En las de Saenger, esta bonito, porque regresé un poquito a cómo trabajaba cuando estaba estudiando diseño, que era muy de sintetizar la forma y de cómo representas. Porque para mi todas estas piezas tienen que ver con el pensamiento gráfico, y especialmente estoy usando mucho a los aztecas y los mixtecos que son de esta zona, y su representación de las cosas es muy plana. Es tan plana y gráfica que cuando pasan a volumen son planas. Ve a antropología, te metes al lugar de los aztecas, y si te das cuenta todo es como un dibujo. La Coatlicue es un cuadro con unas linesotas. Para mi era pasar del pensamiento dibujo de lo prehispánico que está permeado en los símbolos del metro, en la delegación, en solidaridad. Como que está en nuestras imágenes colectivas, eso que es plano se pasa a lo tridimensional y luego yo lo vuelvo a pasar a lo bidimensional. Entonces es un poco como está digestión de las formas. Para mi también ha sido muy rico porque busco imágenes que me interesan y que me gustan y la neta es que son piezas que no tengo que pensar mucho, entonces para mi eso es muy chido.Normalmente pienso mucho una pieza, en general mi obra, son piezas que tienen un proceso muy lento que estoy pensándola meses, meses, de repente no funciona, de repente otra vez aparece. Y estás han sido como una gran vacación.